El domingo 30 de junio, en todas las parroquias de Colombia, se llevará a cabo la versión 2024 del “Óbolo de San Pedro”, la jornada mundial de oración y apoyo económico a la misión del papa Francisco en el anuncio del Evangelio y en sus obras de caridad hacia los más necesitados; así como al sostenimiento de los diferentes organismos de la Curia Romana. La colecta se realiza en el contexto de la Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo.
Las actividades apoyadas por la Santa Sede con la contribución que realizan cada año los fieles en los distintos países durante la colecta del Óbolo de San Pedro se categorizan en tres dimensiones centrales: proyectos sociales, apoyo a la presencia evangelizadora de Iglesias necesitadas y expansión o preservación de la evangelización en nuevas Iglesias. De allí, que los principales beneficiarios sean personas migrantes, refugiadas, afectadas por desastres naturales, guerras u otras adversidades humanitarias, personas de la tercera edad, hospitales o institutos religiosos en dificultad.
La Conferencia Episcopal de Colombia y la Nunciatura Apostólica extienden una invitación especial a todo el Pueblo de Dios para que se unan a esta jornada, como signo concreto de comunión con el pontífice, como sucesor de Pedro, y de solidaridad con quienes él tiene la posibilidad de apoyar.
Para guiar esta jornada especial de oración por el papa Francisco durante la Santa Misa, el Departamento de Liturgia comparte un subsidio orientador con la monición inicial y la oración de los fieles.
Lo recolectado en las parroquias durante este día en el momento de la ofrenda tendrá tal fin. Quienes deseen, pueden unirse también a la colecta de manera remota, haciendo su consignación a la cuenta de ahorros de Davivienda Nº 014542872, a nombre de la Nunciatura Apostólica.
“Se llama Óbolo porque es una pequeña ofrenda, pero una pequeña ofrenda de cada cristiano, de cada católico en todo el mundo, permite al Santo Padre llevar adelante su misión y nos permite a nosotros sentirnos unidos a él. Por supuesto, junto con esa pequeña ofrenda, estamos todos invitados a orar por el Santo Padre, por sus intenciones, a orar para que el Señor siga asistiéndolo y fortaleciéndolo en su ministerio”, expresó el Nuncio Apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli.
Por: Conferencia Episcopal de Colombia