Por: Observatorio de Realidades Sociales
Con la alegría del reencuentro, el repicar de la marimba, el latido del bombo, las voces de las maestras cantaoras de música del Pacífico y la imaginación provocada por la cuentería, nos reunimos para celebrar con las comunidades la apertura de un nuevo espacio que abre la posibilidad para seguir “caminando juntos”, como expresó el padre Diego Guzmán, Vicario para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.
Compartir con procesos sociales, acompañados por diversas iniciativas territoriales que tiene la Arquidiócesis de Cali, conlleva un compromiso que implica responder a los desafíos sociales que tiene la ciudad.
La acción que desarrolla la Iglesia es crítica y contextual, es decir, “no podemos ni debemos perder la identidad de nuestro contenido para leer y luchar por transformar la realidad según los parámetros propios de la Doctrina Social de la Iglesia”, dijo el padre Jhon Sair Duque, coordinador del Observatorio de Realidades Sociales.
Desde la misión que tiene la Iglesia, se busca dar continuidad a los procesos para afianzar el diálogo con los territorios como oportunidad para colocar ideas en común y construir con esperanza las transformaciones que requiere la ciudad en clave de Paz urbana.
Ahora que estaremos en un nuevo espacio que proponemos como una casa del tamaño de nuestros sueños, hemos compartido el mensaje que “cambiamos de lugar, pero no de propósito”, lo que significa que continuaremos con los ejercicios de la pedagogía para la paz y la reconciliación, así como promoción de la participación de las ciudadanías y el tejido social, a partir de la fraternidad y la unidad.
Continuaremos nuestro servicio, iluminados por los territorios y sus apuestas de vida que se manifiestan como horizonte de sentido ante las situaciones de dolor que cotidianamente sufren las comunidades.