En aquel tiempo, los judíos agarraron piedras para apedrear a Jesús.
Elles replicó:
«Os he hecho ver muchas obras buenas por encargo de mi Padre: ¿por cuál de ellas me apedreáis?».
Los judíos le contestaron:
«No te apedreamos por una obra buena, sino por una blasfemia: porque tú, siendo un hombre, te haces Dios».
Jesús les replicó:
«¿No está escrito en vuestra ley: “Yo os digo: sois dioses”? Si la Escritura llama dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios, y no puede fallar la Escritura, a quien el Padre consagró y envió al mundo, ¿decís vosotros: “¡Blasfemas!” Porque he dicho: “Soy Hijo de Dios”? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis, pero si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que comprendáis y sepáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre».
Intentaron de nuevo detenerlo, pero se les escabulló de las manos. Se marchó de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde antes había bautizado Juan, y se quedó allí.
Muchos acudieron a él y decían:
«Juan no hizo ningún signo; pero todo lo que Juan dijo de este era verdad».
Y muchos creyeron en él allí.
Palabra del Señor
Medita:
Por mis obras sabrán que el Padre está en mí y yo en el Padre
Lo quieren lapidar por compararse a Dios, y para defenderse, Jesús tiene que argumentarles: Les dice que la Escritura llama ‘dioses’ a quienes Dios dirigió su Palabra, y remata: ‘y la Escritura no falla’ (Sal 81, 6), es decir que, por ser depositarios de su Palabra, Dios nos considera realmente como sus ‘hijos’. Y entonces, sí Jesús, ‘a quien el Padre santificó y envió al mundo’ (como su Palabra), se llama a sí mismo ‘Hijo de Dios’, ¿por qué decir entonces que blasfema?. Además, insiste Jesús, si ustedes ven que ‘yo hago las obras de mi Padre, crean en las obras, aunque no me crean a mí’.
¿Cuáles eran esas obras de las que habla Jesús que certifican que Dios está con Él? (1) Curaciones de todo tipo de enfermedades: ciegos, sordos, mudos, paralíticos, leprosos, etc. (2) Milagros, en los que interviene el poder de Dios sobre la naturaleza: multiplicación de panes, pesca milagrosa, tempestad calmada, higuera seca, etc. (3) Exorcismos y liberaciones del poder del Maligno que oprimía a las personas. (4) Resurrecciones, devolviendo la vida a personas fallecidas: hijo de la viuda de Naím, hija de Jairo, y Lázaro, su amigo. (4) Además de su extraordinaria sabiduría para enseñar a los sencillos y responder a los sabios; el formidable poder de su palabra para predicar la Buena Noticia de Dios. (6) Y una sorprendente actitud amorosa, comprensiva y misericordiosa con relación a la miseria y al sufrimiento de las personas, privilegiando el rescate de los pecadores y marginados.
La resurrección de Jesús es la confirmación de que hemos puesto nuestra fe, no en un simple ‘Hijo de hombre’, sino en el ‘Hijo de Dios’: ¡Uno con el Padre y con el Espíritu! ¡Y digno de toda adoración y gloria! (Ap 5, 11-12).
Ora:
Señor: Yo creo en ti. Yo espero en ti. Yo te amo a ti.
Sé mi Dios y mi Señor. Mi único Dios y mi único Señor. Aumenta mi fe.
Sólo Tú puedes salvarme. Sálvame con Tu Poder y Tu Misericordia.
Dejo, con esta certeza, todos mis problemas en Ti.
Te glorifico, te amo, te bendigo y te doy gracias.
Gracias por responderme, porque sé que lo harás.
Amén
Actúa:
¿Cómo no reconocer en estas obras los signos claros del poder de Dios?
(Lc 4, 18-19)
O creemos en Jesús como en un simple hombre, si acaso, un profeta más, admirable por sus obras y sus palabras, o creemos en Jesús como el ‘Hijo de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: “Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza que el Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo…, murió… y resucitó… y subió al Padre…” (Credo de la Iglesia)
Por: Delegación de la Animación Bíblica de la Pastoral, Arquidiócesis de Cali – Omar Herney Salgado Gómez, Pbro
Nota: Las breves plegarias fueron tomadas del Manual de Oraciones de la Espiritualidad Trinitaria de los Hijos de la Madre de Dios