En aquel tiempo, estaba Jesús echando un demonio que era mudo.
Sucedió que, apenas salió el demonio, empezó a hablar el mudo. La multitud se quedó admirada, pero algunos de ellos dijeron:
«Por arte de Belzebú, el príncipe de los demonios, echa los demonios».
Otros, para ponerlo a prueba, le pedían un signo del cielo. Él, conociendo sus pensamientos, les dijo:
«Todo reino dividido contra sí mismo va a la ruina y cae casa sobre casa. Si, pues, también Satanás se ha dividido contra sí mismo, ¿cómo se mantendrá su reino? Pues vosotros decís que yo echo los demonios con el poder de Belzebú. Pero, si yo echo los demonios con el poder de Belzebú, vuestros hijos, ¿por arte de quién los echan? Por eso, ellos mismos serán vuestros jueces. Pero, si yo echo los demonios con el dedo de Dios, entonces es que el reino de Dios ha llegado a vosotros.
Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros, pero, cuando otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas de que se fiaba y reparte su botín.
El que no está conmigo está contra mí; el que no recoge conmigo desparrama».
Palabra del Señor
Medita:
Estar a favor o en contra de Jesús…
‘Un país donde hay división y luchas internas va a la ruina y sus casas caen una sobre otra…’, afirmó Jesús porque lo acusaban de expulsar los demonios con el poder del mismo Demonio, es decir, Satanás contra Satanás… Pero, afirmó Jesús, ni Satanás sobrevive si está dividido, ¡cuánto menos un país, una empresa, un proyecto, una familia! Asunto muy delicado y fácil de verificar, no es sino mirar a nuestro alrededor…
Acusan a Jesús de tener poderes demoníacos, en parte porque no entienden que un simple hombre pueda tener tales poderes extraordinarios (‘estupidez’, dizque se llama esto), y en parte porque no quieren reconocer que este ‘Nazareno’ pueda ser Hijo de Dios y tener los poderes divinos que ellos mismos no tienen (‘envidia’, dizque se llama esto).
San Juan nos transcribe una parecida discusión que tuvo Jesús con los judíos: ‘Si Dios fuera su Padre, me amarían a mí, porque yo salí y vengo de Dios… pero ustedes proceden del diablo, que es vuestro padre, y son los deseos de su padre los que quieren poner en práctica. Él fue homicida desde el principio, y no se mantuvo en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando profiere la mentira, habla de lo suyo propio, porque es mentiroso y padre de la mentira. Pero a mí, porque les hablo la verdad, no quieren ustedes creerme.’ (Jn 8, 42-45)
Lo que más o menos significa que si no aceptamos a Jesús y estamos a favor de Él, en realidad estamos del lado del diablo: no hay terreno neutro: ‘quien no está conmigo, está contra mí’, remata Jesús con esta sentencia la escena de hoy (Lc 11, 23).
Ora:
Dios mío.
Humildemente te lo ruego: Líbrame del temor, de la angustia,
de la soledad y la mentira.
Amén.
Actúa:
¿Temes? ¿A qué le temes?
Jesús es el único capaz de lograr que superemos nuestras divisiones y conseguir la paz en nuestros corazones, en nuestras familias y en nuestros países, pero falta que verdaderamente creamos que Él es ‘el Hombre fuerte’ capaz de liberarnos, y pongamos por obra su Palabra. De lo contrario, seguiremos siendo ‘juguetes’ en las manos de Don sata, y él seguirá ejerciendo como ‘príncipe de este mundo’, como también lo llamó Jesús (Jn 12, 31), quien controla a los satisfechos y soberbios que se creen que tienen todo ‘bajo control…’
Pero, ¡Satanás ha sido derrotado y su poder anulado!. Nuestro pecado ha sido borrado por voluntad y obra del Hijo de Dios. Por eso, a ti también lo que ‘te hace fuerte’ e intocable, lo que te da la victoria sobre satanás, no es que luches a ‘diestra y siniestra’ contra los demonios, sino poniendo tu fe en Jesús: el ‘Fuerte’, el ‘SEÑOR’; deja que Él, libre la batalla por ti, que te libere, que te proteja, y tú, que antes eras mudo espiritual, ponte más bien a alabar a Dios con todo tu corazón.
Cuando reclines tu cabeza sobre el corazón misericordioso de Jesús, como lo hacía ‘el discípulo amado’ (Jn13, 23), no puede haber ningún motivo de temor o de preocupación, porque el amor de Dios te colma y te rodea con sus brazos.
Por: Delegación de la Animación Bíblica de la Pastoral, Arquidiócesis de Cali – Omar Herney Salgado Gómez, Pbro
Nota: Las breves plegarias fueron tomadas del Manual de Oraciones de la Espiritualidad Trinitaria de los Hijos de la Madre de Dios