En aquel tiempo, subiendo Jesús a Jerusalén, tomando aparte a los Doce, les dijo por el camino:
«Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; y al tercer día resucitará».
Entonces se le acercó la madre de los hijos de Zebedeo con sus hijos y se postró para hacerle una petición.
Él le preguntó:
«¿Qué deseas?».
Ella contestó:
«Ordena que estos dos hijos míos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda».
Pero Jesús replicó:
«No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber?».
Contestaron:
«Podemos».
Él les dijo:
«Mi cáliz lo beberéis; pero sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, es para aquellos para quienes lo tiene reservado mi Padre».
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra los dos hermanos. Y llamándolos, Jesús les dijo:
«Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor, y el que quiera ser primero entre vosotros, que sea vuestro esclavo.
Igual que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos».
Palabra del Señor
Medita:
Aceptar el misterio de la Cruz como un Don de Dios..
Jesús habla abiertamente, no oculta nada, les describe a sus discípulos casi con detalle cuánto deberá padecer antes de ser glorificado. Notemos el “crescendo”: “Entregado, condenado, burlado, azotado, crucificado y al tercer día resucitará” (20,18-19).
En el diálogo de Jesús con sus discípulos, lleno de equívocos y desentendidos, vemos claramente el dinamismo de dos lógicas opuestas:
- Lo que hace el egoísmo que busca la vanagloria y el poder;
- Lo que hace el Amor, Jesús “que siendo de condición divina, no se aferra a su igualdad con Dios, sino que se despoja de su rango, se vacía de sí mismo, asume la condición de esclavo… y se humilla, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz” (Filipenses 2,5-8). De esta manera nos indica el camino de nuestra verdadera realización humana: el vaciamiento, el camino de la cruz, la pequeñez, el servicio.
Después de esta breve descripción de la situación, podemos sacar como conclusión que Jesús les está mostrando a sus discípulos que van a tomar un ‘camino de cruz’ para llegar adonde Él los lleva, mientras que ellos, mareados de gloria y de poder, no aspiran sino a ocupar los primeros puestos, para lo cual no dudarán en utilizar aun hasta ‘su propia madre’ para pedirle que sus hijos ocupen los primeros puestos cuando Jesús se siente en su trono de gloria.
Ora:
Dios mío: Líbrame del riesgo de adueñarme de tus obras.
Dame espíritu humilde y corazón dispuesto.
Dame el Espíritu Santo, para que en mí, tu voluntad sea y no la mía.
Amén
Actúa:
¿En mi vida espiritual pretendo conseguir los dones y gracias de Jesús
de forma inmediata y sin mucho esfuerzo?
En el mundo de hoy son cada vez más frecuentes los casos de personas que buscan las riquezas y los honores por caminos cortos y fáciles.
Quiera el Señor que en este tiempo Cuaresmal, podamos dejarnos tocar el corazón por la Palabra del Maestro, y permitirle que encarne en nosotros sus criterios, su lógica, sus opciones de vida.
Por: Delegación de la Animación Bíblica de la Pastoral, Arquidiócesis de Cali – Omar Herney Salgado Gómez, Pbro
Nota: Las breves plegarias fueron tomadas del Manual de Oraciones de la Espiritualidad Trinitaria de los Hijos de la Madre de Dios