Lectura del Santo Evangelio según san Lucas 11,29-32

En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles: «Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación. Cuando sean juzgados los hombres de esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que los condenen; porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Cuando sea juzgada esta generación, los hombres de Nínive se alzarán y harán que los condenen; porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás.»

Palabra del Señor

Medita:

Le exigimos signos y señales para creer…

Jesús viene de enseñarnos a orar: nos ha dicho que Dios es ‘Nuestro Padre’ y que podemos pedirle con la plena seguridad de que nos atiende y nos da todo lo que nos conviene. (Lc 11, 1-13) Y, a pesar de todas las maravillas que le han visto realizar, como la liberación de un endemoniado, algunos lo han acusado de realizar estos milagros por el poder del Demonio o le han pedido ‘una gran señal venida del cielo’ para creer en Él. (Lc 11, 15-16). 

La reacción de Jesús es lógica: se indigna porque los hombres malinterpretamos las buenas intenciones de Dios y, además, lo desafiamos reclamándole señales, sin apreciar los prodigios asombrosos que ya viene realizando.

  • Así como el profeta Jonas estuvo dentro del vientre del gran pez y luego fue devuelto a la vida para que fuera a Nínive e invitara a sus ciudadanos a la conversión de sus pecados.
  • Así, la ‘gran señal’ que Dios Padre ha dado al mundo: la de su Hijo Jesús quien, luego de estar muerto en el vientre de la tierra, se levantó vivo, resucitó, y se manifestó al mundo para que, los que crean en Él, no mueran sino que tengan vida eterna (Jn 3, 14-17).

 Pero, como nos dijo el mismo Jesús en la parábola del rico Epulón y el pobre Lázaro: ‘Si los hombres no le creyeron a Moisés y a los Profetas, ni aunque un muerto resucite de entre los muertos se dejarán persuadir’ (Lc.16, 31).

En verdad, son muchos los signos que manifiestan la presencia y el amor de Dios a nuestro alrededor; pero, si no cambiamos de actitud y abrimos nuestro corazón a la fe, seremos como quien bajo la lluvia no se moja porque lleva un impermeable o antepone un paraguas, o como la piedra en el fondo del río, a la que le pueden pasar toneladas de litros de agua por encima toda la vida y, sin embargo, su interior permanece completamente seco.

Ora:

Dios mío: Tú lo puedes todo. Cambia mi tiniebla en luz. 

Mi desamor en amor. Mi corazón de piedra en corazón lleno de ti. 

Haz de mí, una criatura llena de tu vida y de tu Amor. 

Aumenta mi fe. Multiplica mi esperanza. 

Ayúdame a confiar en Ti como en mi única esperanza. 

Señor Lléname de Ti. 

Amén

Actúa:

¿Será que los hombres nos hemos inventado a Dios? ¿O que Dios no ha dejado huellas de su existencia para que le reconozcamos?

Demostrar la existencia de Dios es imposible, y, sin embargo, la creación entera grita la existencia de Dios. Dice el libro de la Sabiduría : ‘Vanos son por naturaleza todos los hombres que ignoraron a Dios y fueron incapaces de conocer por las cosas buenas que se ven, a Aquél que Es; ni reconocieron por sus obras al artífice que las creó, sino que a las criaturas las tuvieron por dioses, señores del mundo, ya que, cautivados por la belleza de estas obras, debieron considerar cuánto más las aventaja el Señor y Autor mismo de la belleza quien las creó’ (13, 1-3). 

Entonces, la creación entera está llena de signos de la presencia y de la existencia de Dios, solo que, o no nos damos cuenta de ello por vanos y por necios; o queremos ignorarlos a propósito, por tercos y prepotentes.

Todo, es un signo de Dios y señal de su presencia y cercanía, ¡reconocelo!.

 

Por: Delegación de la Animación Bíblica de la Pastoral, Arquidiócesis de Cali – Omar Herney Salgado Gómez, Pbro

Nota: Las breves plegarias fueron tomadas del Manual de Oraciones de la Espiritualidad Trinitaria de los Hijos de la Madre de Dios

 

 

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