Lectura del Santo Evangelio según san Mateo 9,14-15 – viernes después de la Ceniza

En aquel tiempo, os discípulos de Juan se le acercan a Jesús, preguntándole:
«¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?».
Jesús les dijo:
«¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos? Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán».

Palabra del Señor

Medita:

Tuvo compasión de la multitud porque eran como ovejas sin pastor

¿Qué hacen las ovejas cuando no son atendidas convenientemente por el pastor? Se van a otro corral en donde les presten mayor atención, o se dispersan y se pierden, y terminan siendo presa fácil de los lobos. Jesús al verlos, nos dice Mateo, ‘tuvo compasión de ellos, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor’:

  1. La ‘compasión’ es el sentimiento propio de quien se siente preocupado por la situación de los más débiles y necesitados, especialmente si son cercanos a su afecto… (lo contrario, sería entonces la indiferencia, la indolencia, el abandono…)
  1. Estaban fatigados y abatidos’, precisamente Jesús comprueba que las gentes que vienen a buscarle, están enfermas, oprimidas y desamparadas por la falta de atención, de cariño, de acompañamiento, de seguimiento.
  1. ‘Eran como ovejas que no tienen pastor’: sus pastores y responsables (o tal vez ‘pastores irresponsables’), las han abandonado a su suerte, y ellas están dispersas, indefensas, expuestas al peligro, desorientadas, malheridas y enfermas.

Dios, nuestro Padre, es el Patrón y Dueño de la mies, por lo tanto, a Él debemos pedirle que llame, contrate y envíe obreros para que se ocupen de sus ovejas. Los obreros en el Reino de Dios no son solo los sacerdotes y los religiosos; los laicos ejercen también una buena ‘mano de obra’. Y que no se nos olvide el ingrediente principal que caracteriza al ‘Buen Pastor’ en su cuidado de las ovejas: ‘¡La compasión!’ (Jn 10, 14-15)

Ora:

Señor: Yo no puedo, tú sí puedes. Ayúdame.

Te doy mi voluntad. Fortalécela. 

Te doy mi cuerpo. Purificalo.

Te doy mi corazón, mi mente y mi espíritu. Santíficalos. 

Señor Mío y Dios Mío: Ten compasión de Mí. Ayúdame.

Amén

Actúa:

¿Cómo van a ser evangelizados, sin que nadie les anuncie a Cristo? 

¿Y cómo podrán anunciarlo, sin haber sido enviados a evangelizar?

(Rom 10, 14-17)

 Cuidar del rebaño de Jesús, ‘buscar a la que está perdida, tornar a la descarriada, curar a la que está herida, confortar a que está enferma y pastorear las ovejas con justicia…’ He ahí la tarea, o como lo pidió el mismo Jesús a sus administradores: ‘que les den el alimento a su debido tiempo.’ (Mt.24, 45-47)

Por: Delegación de la Animación Bíblica de la Pastoral, Arquidiócesis de Cali – Omar Herney Salgado Gómez, Pbro

Nota: Las breves plegarias fueron tomadas del Manual de Oraciones de la Espiritualidad Trinitaria de los Hijos de la Madre de Dios

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *