Por: Dirección de Reconciliación y Paz – Arquidiócesis de Cali
En el Evangelio de San Lucas 34, 13- 35, encontramos a dos discípulos que van caminando rumbo a Emaús, sin esperanza y deslumbrados por los acontecimientos en el monte Calvario, caminan aparentemente con rumbo en un estado de desorientación, dicha situación en la actualidad se vive en las barriadas, esquinas y/o lugares donde la acción evangelizadora de la Dirección de Reconciliación y Paz interactúa con las comunidades, de igual forma, en la cita bíblica el Evangelista nos relata como Jesús sale a su encuentro, camina con ellos y establece un dialogo frente a la realidad de dolor, desesperanza y ceguera que están enfrentando; camino y dialogo que desde la Dirección se realiza en los territorios de acogida Arquidiocesana.
El Evangelista también narra como Jesús les devuelve la esperanza, abre sus ojos e ilumina su caminar, para que ellos pueden reconocerle en el compartir fraterno, es así, como en nuestra realidad Jesús continúa callejeando la Buena Nueva del Evangelio desde el camino, el encuentro, el dialogo y el compartir, misión pastoral de la Dirección de Reconciliación y Paz.
A lo largo de la historia, todas las personas han buscado la forma de explicar todo, es ahí, cuando entra la fe, respondiendo a esos cuestionamientos que no tienen explicación puntual o natural, es así, que se va configurando una nueva visión de la realidad, la visión de la Fe, sin embargo, es posible preguntarse ¿En el siglo 21 la idea de Dios aún está latente? Y para poder responder la anterior pregunta se debe ir más allá, hasta 1.200 con Tomas de Aquino, el cual dice que la todas las personas, seres y objetos, han sido creados con un fin. Por lo cual, siguiendo su línea, se encuentra la posibilidad de brindarles a las personas de la ciudad en el marco de la misión evangelizadora de la Dirección de Reconciliación y Paz, una nueva experiencia de Dios, que les permita ir más allá de lo planeado y encuentren en la fe una oportunidad para seguir dándole cumplimiento a su proyecto de vida integral; cabe recalcar que la experiencia divina no es desde la religiosidad, por el contrario, es desde la unidad espiritual entre el ser humano y el ser divino.
Encontrarse con Él
La Dirección de Reconciliación y Paz, ha logrado adentrarse un poco en el corazón de cada participante, consiguiendo llegar a cada situación y al génesis de los recuerdos dolorosos que le impiden realizar un gran proyecto integral de vida, es por eso, que el encuentro es una oportunidad para escuchar y crecer en relación con Dios, es el espacio donde brotan los momentos más fuertes y las experiencias más significativas, que han podido recoger a lo largo de su historia, a través de lo aprendido y heredado por sus progenitores.
Propiciar el lugar de encuentro con el Ser supremo, es también desnudar el alma y ver la grandeza divina, desde una visión significativa, es así que dicho proceso contiene un sin número de riquezas vividas que vale la pena reconocer.
Frutos del encuentro con Él
Encontrarse consigo mismo es fundamental, es así, que se configura el encuentro con el ser divino, en donde se abre el corazón ante Él y se da la oportunidad de sanar algunas heridas que se tienen.
En una de las comunidades se encontraron con su pasado; ese mismo pasado que los asustaba y los hacía sentir débiles, como el caso de una de ellas que al entrar a su interior buscando el significado del amor encontró que el recuerdo que tiene de sus padres es el momento en que la abandonaron, dejándola sola e indefensa a su corta edad y con una ciudad por delante, no se puede negar que el momento de encuentro fue demasiado fuerte y lágrimas brotan de sus ojos, y aunque el dolor es parte de nuestras realidades y el quedarse ahí también es una opción, el encuentro con Dios le permitió reconocer que ha sido difícil lo vivido y que ahora tiene la oportunidad de usar ese recuerdo como la forma de revindicar su idea de amor, antes pensaba que no podía amar porque simplemente nadie la ha amado, pero ahora toma su historia y reconoce que aunque nadie le ha amado, ella si puede amar y llevar la bandera del amor a todas las personas que lo necesiten, explicándoles que hay formas de amar y que aunque te enfrentes a situaciones complejas, solo tú eres quién escribe y forjas tu futuro.
Casos como los de ella abundan, personas necesitadas de que alguien les hable de una nueva esperanza y una nueva oportunidad para retomar su papel de autoras del libro de sus vidas, donde cada línea es escrita con sus propias vivencias.
Otro caso importante de recalcar en este escrito, es la experiencia de “Color Esperanza”, donde se cuestionan a los participantes en el proceso de sus vidas, desde sus primeros años de edad hasta la actualidad y se finaliza reconociendo que a pesar de la tormentas que enfrenten siempre habrá un motivo de alegría en sus vidas, es por eso, que al vivir dicha experiencia muchas personas manifestaron que han estado inmersas en la violencia y en situaciones de complejidad, como una de ellas que relató que su madre fue secuestrada y después de más de 30 años aún no se tiene notifica de ella, es por eso, que a estas personas se les debe dar la oportunidad de mirar hacia dentro y reconocer que son capaces, como ella que después del taller aseguró que a pesar del dolor que siente por no saber de su madre, tiene la certeza que vivirá en nombre de ella.
Estas experiencias y muchas más se están viviendo en cada espacio espiritual en la misión Evangelizadora de la Dirección de Reconciliación y Paz, es por eso, que se ha podido reconocer que cada una de las personas que son acompañadas tienen la posibilidad de levantarse de las caídas y retomar una vez más su historia de vida, pero en esta ocasión, acompañadas por Él.