Un Año Nuevo Afro de mayo a mayo

Por: Equipo de Pastoral Afrocaleña

La Pastoral Afrocolombiana de la Arquidiócesis de Cali quiere rememorar el sentido de su acción evangelizadora en los últimos 12 meses. Mucha gente en Cali todavía no conoce la dimensión amplia de nuestro aporte al interior de la Arquidiócesis.

Acabamos de celebrar la fecha más importante para el pueblo afrodescendiente en Colombia, el 21 de mayo, Día de la Afrocolombianidad. Esta festividad la estableció la ley 725 de 2001 “en homenaje a los 150 años de abolición de la esclavitud en Colombia consagrada en la Ley 21 (sic) de mayo 21 de 1851, en reconocimiento a la plurietnicidad de la Nación Colombiana y la necesidad que tiene la población afrocolombiana de recuperar su memoria histórica”. La ley segunda de 1851 abolió la esclavitud, pero incluso su lenguaje era racista y su texto le daba prioridad a los intereses de los esclavistas. Muchas conquistas tuvieron que pasar para llegar hasta los logros de hoy, cuando ya la discriminación es un delito, la resolución 740 de 2011 del Ministerio de Cultura conmemora el Mes de la Herencia Africana y la inmensa mayoría de la población reconoce el racismo como algo que hay que erradicar.

La Pastoral Afro, desde 1998 en Cali, busca que toda la riqueza espiritual que necesitó nuestro pueblo para alcanzar estas y muchas otras conquistas se comparta con la Iglesia universal. Las eucaristías afro, en múltiples parroquias e instituciones, es su experiencia más significativa: permite cantar, danzar y reflexionar el sacramento desde el sentir y el actuar afrodescendiente. Pero detrás de ella hay un cúmulo de actividades que responden a las mismas razones.

Cada comunidad parroquial con grupo de Pastoral Afro, en Cali, Jamundí y Yumbo, sostiene un proceso constante de reflexión sobre la Escritura y la relación con los documentos de la Iglesia con un acompañamiento misionero de varias congregaciones. Se fortalecen las raíces culturales y la identidad que comparte el alimento, el conocimiento de la medicina ancestral y la tradición oral que vive entre nuestras mayores, entre muchas otras riquezas. Las más maduras ya tienen semilleros infantiles donde niñas y niños empiezan a conocer con alegría los dones de la Herencia Africana y herramientas que les ayudarán, a ellos y a sus padres, a construir ciudad y nación.

Las comunidades hacen posible los procesos del Centro de Pastoral y Espiritualidad Afro y todo lo que ahí se gesta y gestiona. Las cenas ancestrales reúnen en torno a la gastronomía para enaltecer el pasado, la solidaridad y la historia local que hay detrás de cada plato. Los comedores comunitarios, heredados de la pandemia, integran el trabajo voluntario, los aportes del Banco de Alimentos y varios benefactores en un esfuerzo diario muy creativo de ayudar a poner el pan sobre la mesa. El Festival Arquidiocesano de Fe y Cultura cada año muestra la capacidad artística, en música, teatro, danza y oratoria. Se integra también a redes nacionales con organizaciones muy diversas en busca de un orden más justo y fraterno.

Las misas y las peregrinaciones virtuales, las más populares de nuestras actividades digitales, ayudan a descubrir que es posible intercambiar experiencias en Colombia y América Latina en torno al sacramento de la comunión. ¡Las familias se fortalecen si usamos internet para la acción de gracias!

Este periodo, de un 21 de mayo al otro, este “Año Nuevo Afro”, tuvo logros especiales. La participación en el XV Encuentro de Pastoral Afroamericana y Caribeña (EPA) en Puerto Escondido, México, fue una oportunidad, soñadora y profética, para compartir, reflexionar y planear con pueblos hermanos. Las experiencias misioneras en la costa pacífica caucana y el acompañamiento a varias fiestas patronales en el territorio arquidiocesano en Semana Santa nos recordaron que los territorios afro nos dan ejemplo de devoción, dedicación y sinceridad en sus expresiones religiosas.

El avance más reciente e importante fue la inauguración del Centro de Promoción Humana Integral en el barrio Comuneros II, donde la formación, la integración y el compartir buscan acercarse a una gran población del oriente de Cali que necesita atención específica. La nueva sede está justo en frente del templo parroquial de Nuestra Señora del Monte Carmelo y ya empezó a funcionar en forma.

Tuvimos hasta eventos masivos, uno en la Basílica del Señor de los Milagros en Buga, y otro en la entrega del bastón de mando a la vicepresidenta Francia Márquez, en Suárez, Cauca.

Esta reflexión responde al interés de cuestionar la forma como entendemos la ciencia en general y cómo asumimos el tiempo como algo “natural”, cuando es una expresión de cultura y de poder. El Almanaque Afro “Ñakati” de la Pastoral Afro de Cali permite recordar las fechas importantes para el pueblo afro, al rededor de un tema anual. Su primera edición recordó personajes afro con poder, la segunda rindió un homenaje a la familia afro y la tercera a nuestra espiritualidad, cultura y saberes ancestrales. La actual, de mayo de 2023 a mayo de 2024, da a conocer la Pastoral Afro como un camino continental.

25 años de trabajo pastoral desde el pueblo afro y para la Iglesia universal son apenas un abrebocas de las múltiples dimensiones en las que mujeres y hombres afrodescendientes enriquecen la vida espiritual en el área metropolitana de Santiago de Cali. Dios nos conceda avanzar hacia un reconocimiento eclesial aún más amplio, con intercambios que abran camino a muchas otras culturas hacia el corazón de la Buena Noticia, hacia el gran compartir de la alegría pascual.

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