Por: Dirección de Reconciliación y Paz
El jueves 4 de mayo a las 3:00 p.m., entre flores azules y blancas, la imagen de la Virgen de Fátima salió de su santuario camino a diferentes comunidades, para dar inicio a la jornada de oración por el cuidado de la vida, en compañía de una delegación de Lazos de Amor Mariano y los integrantes de la Delegación Episcopal para la Reconciliación y Paz de la Arquidiócesis de Cali, en cabeza del presbítero Jolman de Jesús Ávila.
Su recorrido empezó en el Santuario Señor del Buen Consuelo de Yumbo, el segundo lugar fue la parroquia San Pablo Apóstol del barrio la Floresta, después la parroquia María, Madre del buen Pastor en Charco Azul, la parroquia San Cirilo de Jerusalén fue el cuarto lugar que la visitó, continuó su recorrido en la parroquia Santa Marta en el barrio Morichal, su sexta parada fue el Santuario de la Medalla Milagrosa, donde la Eucaristía fue presidida por Monseñor Luis Fernando Rodríguez, Arzobispo de Cali, continuó su recorrido llegando a la parroquia Nuestra Señora del Portal de Jamundí, regresó a Cali llegando a la parroquia Santa María Reina en Meléndez y en el noveno día llegó a la parroquia Santísimo Sacramento (el Templete) donde fue su última parada antes de llegar el sábado 13 de mayo en su gran fiesta entre aplausos y aclamaciones a su santuario.
Durante diez días, la imagen de la Virgen de Fátima peregrinó por toda la Arquidiócesis de Cali, la experiencia fue una caricia del cielo que la Madre Santísima regaló a todos los participantes de la jornada de oración por el cuidado de la vida, donde se vivieron un sin número de experiencias significativas, así como lo aseguró Adela Valencia del barrio Morichal “Ese día que estaba entrando la imagen de la Virgen yo sentí algo tan especial, sentía que me decía ‘Aquí estoy, no te voy a dejar’, realmente para mí fue maravilloso verla y caminar con ella, la gente iba llegando”.
Las comunidades manifestaban sentirse muy agradecidas con Dios, por el hecho de recibir la imagen en sus parroquias “La peregrinación fue una experiencia de encuentro con las comunidades, ya que en este tiempo de sinodalidad queríamos que vieran que la Iglesia está presente en las realidades que se viven, no los hemos dejado solos, seguimos orando y ayudando en la paz y en reconciliación”, afirma el padre Jolman de Jesús.
La jornada permitió que los participantes reflexionaran en el valor y el cuidado de la vida, como don sagrado de Dios, a su vez, se meditó desde la visión de hijos de Dios, desde la fraternidad social, asumiendo el compromiso que tenemos frente a las diferentes realidades que estamos enfrentando como sociedad.
Con esta iniciativa que se realiza por segundo año consecutivo, la Arquidiócesis de Cali en cabeza de la Delegación Episcopal para la Reconciliación y Paz, reafirma su compromiso por el cuidado de la vida y su papel en la dignificación del ser.