Septiembre: Después de retiros

 

Por: Luis Fernando Rodríguez Velásquez
Arzobispo Coadjutor

He tenido el gran honor y responsabilidad de acompañar y animar los retiros del clero de Cali en este año 2022. Prácticamente todos los sacerdotes presentes en la Arquidiócesis, los extradiocesanos y algunos religiosos, hicieron sus retiros. Agradezco de corazón la buena disposición de los ejercitantes. De verdad que fue un auténtico kairós, un tiempo en el que Dios nos habló a todos, a los presbíteros y al Arzobispo coadjutor, mostrándonos lo que Él quiere para y de cada uno de nosotros.

Fueron unos días de oración, entendida ésta como la experiencia del encuentro con el Señor, al estilo de Moisés, que hablaba con Dios, como habla un hombre con un amigo. Fue la experiencia del encuentro, cara a cara, con el Señor; un encuentro que sirvió para hacer una especie de evaluación de la vida y actuar de todos, y de soñar juntos entorno del presente y futuro de la Arquidiócesis. Fue también un tiempo en el que hubo una oración que tuvo como motivación la acción de gracias por el don del sacerdocio ministerial, ése que nos hizo partícipes del sacerdocio de Cristo, haciéndonos uno con Él.

Fue constante la oración de petición de perdón, en la que se tuvo la oportunidad de sentir la cercanía de un Dios que es rico en clemencia y que sobreabundó en misericordia con cada uno. Se hizo un examen de conciencia prolongado que posibilitó reconocer los errores y pecados cometidos, terminando en la vivencia personal del sacramento de la reconciliación. Los ministros de Dios pueden decir que son también ellos seres misericordiados.

Se hizo una oración continua en la que no faltaron las comunidades que los sacerdotes acompañan. Se oró por los fieles en general, por todos y cada uno de los ministros, de los servidores, de los voluntarios, de los catequistas, de quienes hacen posible la presencia viva de la Iglesia universal en la Iglesia particular y parroquial. Sí, oramos por los que con generosidad acompañan a los párrocos y capellanes, y con ellos asumen la noble misión de anunciar con alegría el Evangelio de la vida. Hago llegar mis agradecimientos a los fieles de las parroquias en general porque sabemos que en las comunidades rezaban por los sacerdotes que estaban haciendo sus retiros.

Finalmente, fueron unos retiros en que pusimos en el centro la persona de Jesucristo, con la intención y el sueño que Él tiene de que seamos uno en el amor. El caminar juntos, como Iglesia sinodal marcó también la dinámica de los retiros 2022 del clero de Cali. Por todo ello damos gracias a Dios.

Después de los retiros no queda sino dar espacio para que la semilla de conversión dé los frutos esperados, encaminados todos a la santidad de vida de sacerdotes y fieles. Que sigamos animados por la fuerza del Espíritu de Dios que en estos días se derramó con abundancia en la Arquidiócesis.

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