El pasado martes 30 de agosto, se llevó a cabo la inauguración del Centro Humanitario Arcesio Paz Paz, ubicado en el municipio de Dagua y el cual acoge a 163 indígenas del pueblo Wounnan Noman, quienes fueron desplazados de sus territorios a causa de la violencia.
El acto inaugural contó con la presencia del Arzobispo de Cali, Monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía, su Arzobispo Coadjutor, Monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez, el Obispo de la Diócesis de Buenaventura, Monseñor Rubén Darío Jaramillo, el Gerente General de la Harinera del Valle, señor Juan Carlos Henao Ramos, sacerdotes y colaboradores del área social de la Arquidiócesis de Cali, al igual que miembros de la Alcaldía municipal y autoridades del municipio de Dagua, quienes unieron esfuerzos para consolidar el centro humanitario que hoy alberga y brinda atención a miembros de la comunidad Wounnan Noman desplazados de la zona de los ríos de Buenaventura a causa del conflicto armado.
El centro, el cual lleva por nombre Arcesio Paz Paz en honor al fundador de la Harinera del Valle, fue adaptado por esta misma empresa, con el fin de perpetuar el legado de paz y perseverancia que su fundador construyó en la región. “Hoy les invito a seguir este legado y a recordar siempre que la paz y el progreso lo logramos trabajando honestamente, aprendiendo, siendo perseverantes, comprometidos y responsables con el sueño que queremos alcanzar. Esperamos que estos principios y valores que hoy compartimos sean un aporte que contribuya a dignificar y promover los derechos de las personas que vivirán la experiencia de estar en este Centro Humanitario y que sean ejemplo para los niños y jóvenes de esta comunidad.”, expresó Juan Carlos Henao Ramos, Gerente General de la Harinera del Valle.
Asimismo, la Iglesia arquidiocesana de Cali reafirmó su compromiso por acompañar los procesos de paz que se gestan en la región y que en esta ocasión atienden a los hermanos más necesitados de misericordia. “La paz hay que llevarla en también en la sangre, en el cuerpo, en la mente, hay que llevarla en lo más profundo del ser (…) y admiro mucho la labor de paz que impulsa el hijo de Arcesio Paz Paz, el señor Carlos Arcesio Paz y la labor que impulsa la Harinera del Valle que nos apoya en este eje humanitario.”, afirmó Monseñor Darío de Jesús Monsalve.
Adicionalmente, los esfuerzos colectivos e interinstitucionales por garantizar el bienestar y atender el clamor de esta comunidad indígena, se vieron enmarcados en la celebración de la Semana por la Paz, que tendrá lugar del 4 al 11 de septiembre a nivel nacional y que en esta ocasión se enfoca reconocer, resignificar y reivindicar, acciones que son necesarias para la construcción de la paz. “Esta obra es querida por Dios y se la entregamos a Él. Bendecir es decir bien, que Dios es perfecto, como Dios pone personas, instituciones, en este caso la Arquidiócesis de Cali, la Diócesis de Buenaventura, la Harinera del Valle, la Alcaldía de Dagua, las autoridades y todas las personas que hacen parte de este eje humanitario, para que todos podamos sumar en favor de unos hermanos nuestros que lo necesitan”, fueron las palabras de Monseñor Rubén Darío Jaramillo, durante el cierre del evento, el cual contó con intervenciones culturales y religiosas.
“Solamente agradezco una vez más a esta comunidad indígena que nos permite integrarnos con ellos y a estas comunidades de Dagua que les permite a ellos y a nosotros integrarnos todos en la construcción de paz”, fueron las palabras de agradecimiento del Arzobispo de Cali a todas las empresas, instituciones, autoridades municipales y civiles que hicieron posible la consolidación de esta obra que hoy atiende a los miembros de la comunidad Wounnan Noman desplazados de sus territorios a causa de la violencia.