Por: Luis Fernando Rodríguez Velásquez
Arzobispo Coadjutor
“Dos de los discípulos iban a un pueblo llamado Emaús… En el camino iban hablando de todo lo que había ocurrido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y siguió caminando con ellos” (Lucas 24, 13 – 35).
Este pasaje del encuentro de Jesús resucitado con los discípulos, nos pone en sintonía de fe, para entender mejor lo que significa la Pascua, la victoria de Cristo sobre la muerte, y para indicarnos la forma como debe vivirse en este 2022:
- Con la pasión, muerte y resurrección de Jesús, la muerte ha sido vencida, hemos sido liberados de las ataduras del maligno, hemos sido recreados en Cristo, por eso damos gracias.
- Con el don del Espíritu Santo que el Resucitado hace a los discípulos, estamos llamados a tomar conciencia de los compromisos del bautismo, de manera que seamos testigos creíbles de su persona y su mensaje.
- Con la victoria de Cristo, estamos llamados a morir con Él, para resucitar con Él a una vida nueva.
- Regenerados en Cristo, no hay lugar para la tristeza, ni para la nostalgia de los tiempos pasados, como lo hiciera el pueblo de Israel añorando los alimentos de Egipto. Es la alegría de la vida nueva que nos permite mirar el futuro con ilusión, aún en medio de las atrocidades del mundo.
- Con la Pascua de Jesús, debemos ser valientes para vivir cada uno su propia pascua, esto es, dar el paso de la muerte a la vida, de la vida de pecado a la vida de la gracia, de la desesperanza a la esperanza.
- Con la Pascua que hemos vivido, debemos ser capaces de descubrir a Jesús que se hace compañero de camino, que nos habla, nos instruye, se nos revela y nos fortalece con el fuego que arde en el corazón.
- Como fruto de la Pascua 2022, debemos imitar a los discípulos, que caminaban juntos con Jesús, que juntos salen presurosos a anunciar “lo que han visto y oído”, que juntos oran con María, que juntos esperan la llegada del Espíritu Santo.
- En la Pascua 2022, la semilla de la solidaridad, del servicio mutuo, de la ayuda a los más pobres y necesitados, debe dar realmente frutos de caridad eficaz.
- En la Pascua 2022, el saludo de Jesús Resucitado, “paz a ustedes” deberá resonar sin cansancio. Vivir la pascua, con el corazón, tendrá que hacer de cada uno artesanos de la paz.
- Con la Pascua 2022, se debe fortalecer nuestro sentido de Iglesia. Somos la Iglesia del Señor resucitado, somos presencia de su amor, somos familias que, caminando unidas, esparcimos el suave olor de Cristo.